La Mentha piperita, conocida comúnmente como menta o piperita, no solo es buena por su olor y el frescor que dejan en la boca; se ha cultivado desde la antigüedad por sus cualidades terapéuticas. Suele confundirse con la hierbabuena, con la que se diferencia por el color de su tallo (el de la menta es rojizo y el de la hierbabuena verde).
Su sabor combina muy bien con el queso, el pepino, el tomate y la nuez. Conoce a continuación diez de sus beneficios.
1. Su aceite esencial disminuye el dolor en general al ser un excelente analgésico. Desde migrañas a dolores reumáticos, cervicales y musculares.
2. Es un remedio muy útil para multitud de problemas de la piel, algunos de ellos muy frecuentes como las picaduras o el eccema.
3. Ayuda a reducir problemas estomacales y facilita la digestión al estimular el hígado favoreciendo la secreción de bilis. Se recomienda masticar sus hojas para librarse de los molestos gases. También reduce y evita los vómitos y los cólicos abdominales.
4. ¿Sabes que la menta quita el hipo ya que tiene propiedades antiespasmódicas?
5. Previene la formación de cálculos renales.
6. Dado que es un excelente expectorante, es ideal para tratar la congestión nasal y aquellas enfermedades asociadas a las vías respiratorias (la bronquitis, la faringitis, el asma…).
7. Mejora la circulación sanguínea.
8. ¿Conoces el mal de altura? Si lo padeces estás de suerte; la menta es capaz de evitarlo ya que al mejorar la circulación, llega más oxígeno a las células.
9. El aceite de menta se utiliza también para eliminar el mal aliento y mantener una correcta higiene bucal. También combate la gingivitis (inflamación de las encías).
10. Calma el estrés y la ansiedad por comer. Prueba a oler un poco de menta cada dos horas, y sorpréndete con su relajante poder.
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