La cetona de frambuesa (raspberry ketone) es un suplemento alimenticio que está dando mucho que hablar debido a sus propiedades adelgazantes. Vamos a tratar de explicar tanto sus beneficios como sus efectos secundarios, así como opiniones, alternativas y consejos de uso.
Empezaremos explicando qué es. Se trata de un compuesto aromático que se encuentra de forma natural en las frambuesas, arándanos y otras bayas y que, ingerido en dosis altas, ayuda a tu cuerpo a regular su metabolismo y fomenta la eliminación de grasas. No obstante, para observar estos efectos, sería necesario ingerir una dosis diaria de 100 miligramos de cetona, equivalente a consumir ¡más de 40 kilos de frambuesas al día! Es posible extraer la cetona a partir de frambuesas naturales, pero debido a su escasez y elevado coste se suele producir también de forma sintética en laboratorios y se comercializa en forma de píldoras. Puedes encontrarla en parafarmacias o en tiendas online (ver enlace).
Existen muchas opiniones respecto a la cetona de frambuesa. Lo que sabemos es que este compuesto afecta al metabolismo de dos formas distintas. Por una parte, incrementa los niveles de una hormona llamada norepinefrina o noradrenalina. Incrementar la noradrenalina causa un aumento de la temperatura corporal, haciendo que el cuerpo queme más grasas. Por otro lado, también incrementa los niveles de la adiponectina, que ayuda a disminuir los niveles de glucosa. A menor circulación de glucosa, menos probable es que acabe convertida en energía almacenada en forma de glucógeno.
La adiponectina, además, se encuentra de forma menos frecuente en personas obesas y puede tener que ver en patologías como la diabetes o la resistencia a la insulina.
Entonces, ¿la cetona de frambuesa funciona?
Por lo expuesto anteriormente, este compuesto puede ayudar a combatir el exceso de peso, siempre ayudado con ejercicio y una dieta saludable. Bien utilizada, nos reportará un buen número de beneficios en nuestra búsqueda del peso ideal.
Actualmente no se dispone de investigaciones concluyentes en seres humanos. Esto no significa que no sea efectiva, sólo que no se ha realizado aún ningún estudio formal.
Tan solo se han realizado algunos estudios preliminares en animales de laboratorio. Sin embargo, y de acuerdo a un estudio publicado en Life Sciences en 2005, la cetona de frambuesa contribuyó a la reducción de la grasa visceral (la que rodea a los órganos internos) y previno el aumento de peso del hígado de ratas y ratones de laboratorio sometidos a una dieta rica en grasas.
Otro estudio mostró que su consumo incrementaba la ruptura de lípidos (moléculas de grasa) dentro de las células. En un artículo de 2010 publicado en la revista “Planta Med.” se pone de manifiesto que este compuesto motiva a las células del tejido adiposo a segregar mayor cantidad de la proteína adiponectina. Como se ha expuesto, niveles bajos de esta proteína en el cuerpo son comunes entre personas obesas y con diabetes de tipo 2.
Además de los beneficios mencionados y de otros muchos que presenta, actúa también como antioxidante.
¿Es seguro consumir cetona de frambuesa?
La FDA (Food and Drug Administration de EE.UU.) consideró a este compuesto como un aditivo alimenticio seguro en la década de 1960. No obstante, se le concedió este estatus asumiendo un consumo no superior a dos miligramos diarios.
Como con cualquier suplemento alimenticio, hay que ser cuidadoso si se está embarazada o en fase de lactancia o si se padece diabetes de tipo 2. Ante la duda, conviene siempre consultar con su médico antes de variar su dieta o comenzar un tratamiento para adelgazar.
Existen ciertas opiniones alarmistas respecto a la ingesta de este compuesto, pero no existen investigaciones concluyentes que hayan determinado que su consumo sea perjudicial para la salud.
¿Qué hay de los efectos secundarios?
En primer lugar, ha de tenerse en cuenta que la cetona de frambuesa es un estimulante, al igual que otros muchos suplementos de pérdida de peso y, como tal, puede producir irritabilidad y ansiedad si se abusa de su consumo.
La mayoría de los suplementos y píldoras de pérdida de peso que incorporan esta cetona incluyen cantidades muy superiores (entre 50 y 250 miligramos por dosis) a la declarada como segura por la FDA. En este sentido, la concentración a tales niveles no está muy estudiada y existen ciertos efectos secundarios conocidos:
- Posible disminución de los niveles de azúcar en sangre.
- Cambios en el ritmo cardíaco.
- Interacción con medicamentos relacionados con el colesterol y la regulación hormonal.
A pesar de todo, el empuje de la cetona de frambuesa es imparable y se postula como uno de los grandes aliados de los próximos años para la lucha contra la obesidad.
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