La salvia es una planta de origen mediterráneo muy apreciada por las múltiples propiedades que contiene para tratamientos medicinales así como para fines culinarios, cosméticos e incluso en aromaterapia.
Propiedades curativas de la salvia:
- La salvia tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que se recomienda en casos de enfermedades como el reumatismo, la artritis, así como para aliviar los dolores musculares. Y es que además actúa también como relajante muscular, es por ello que algunos deportistas recurren a la salvia cuando sienten sus músculos adoloridos debido a un mal gesto o un sobreesfuerzo.
- Las mujeres que sufren de trastornos menstruales y de fuertes dolencias durante el ciclo menstrual, pueden aliviarse con una infusión de salvia, pues ayuda a calmar los dolores de cabeza y vientre, previene la retención de líquidos y la irritabilidad en general.
- Otra de las propiedades curativas de la salvia es a nivel digestivo. Está especialmente indicada para las digestiones difíciles, para reducir las flatulencias, la diarrea y los vómitos. Asimismo, una infusión de salvia actúa contra la acidez estomacal y los hinchazones abdominales.
- Gracias a sus propiedades antisépticas, la salvia es usada a modo externo para curar y favorecer las cicatrización de heridas y úlceras. Y, a modo de gárgaras, es excelente para el tratamiento de anginas, faringitis, gingivitis y cualquier inflamación del tipo bucofaríngea.
- La salvia está considera como un buen hipoglucemiante, es decir, su uso favorece la disminución de la cantidad de azúcar en la sangre. Esto hace que se recomiende para tratamientos contra la diabetes.
- Además, la salvia contiene propiedades termorreguladoras y resulta muy útil para frenar la sudoración excesiva y regular las secreciones salivares y lácteas. Entre otras propiedades curativas de la salvia, destacamos las que sirven para combatir bacterias, virus y fortalecer el sistema inmunológico.
Uso culinario de la salvia
La salvia es una de esas plantas aromáticas que se destacan en su uso culinario desde hace largo tiempo. De hecho, desde hace varios siglos que se conoce su empleo para muchos menesteres en Europa y toda la zona mediterránea en general.
La salvia tiene una característica fundamental a la hora de ser empleada en la cocina: es astringente, levemente alcanforada y fresca, fuerte y algo amarga. Su presencia se deja sentir inmediatamente en cualquier plato en el cual forme parte.
Si bien pueden usarse sus hojas tanto frescas como secas, generalmente es de la primera forma como mejor resulta, ya que de ese modo, sus propiedades aromáticas se mantienen intactas.
Es muy usada en la cocina italiana y la francesa y desde la antigüedad se le conoce por su propiedades medicinales y terapéuticas, pues sirve como anti-inflamatorio, para aliviar problemas digestivos y es rica en antioxidantes.
Existen 900 especies y se cultiva en distintas regiones del planeta.
Es perfecta para adobar o condimentar la carne de cerdo, para combinar con tomate, calabacines o berenjenas. para añadirla a cremas de vegetales, para combinar con pasta o para aromatizar mantequilla. También puede tomarse en infusión.
Una buena manera de comenzar, es usarla para aromatizar mantequilla o si lo prefieren aceite.
Cómo tomar salvia
Infusión de salvia
Una de las formas más comunes de tomar salvia es a modo de infusión, de modo que podrás optar entre infusionar sus hojas o comprar directamente el preparado para infusiones, que encontrarás en supermercados y tiendas naturales.
De este modo, si optar por la forma tradicional, necesitarás hojas secas de salvia que también podrás encontrar en herboristerías o incluso plantar tú mismo en casa la planta de salvia y, de este modo aprovechar al máximo sus propiedades curativas por ser cien por cien naturales.
Los pasos para hacer esta infusión son los mismos que seguirías para cualquier otra planta, pero en caso de que no tengas muy claro cómo hacerlo, te recomendamos consultar nuestro artículo sobre cómo hacer un infusión de salvia.
Aceite esencial de salvia
Aunque no se use para la ingesta directa, el aceite esencial de salvia -como el resto de esencias aromáticas- es otro de los métodos de aprovechar las propiedades curativas de esta planta. Por ello, podremos recurrir al aceite de salvia para utilizarlo con difusores o humidificadores que nos permitirán respirar vapores con este aroma.
Así mismo, también es posible utilizar los aceites en usos tópicos, es decir, para la realización de masajes o aplicación de compresas. Las tiendas de productos naturales serán también el lugar más apropiado para adquirir aceites esenciales de salvia.
Salvia en cápsulas
Por otro lado, aquellas personas que quieran beneficiarse de la salvia pero a quienes quizá no les convenza su sabor, pueden decantarse por tomar salvia en cápsulas. Preparadas a base de hojas de salvia molidas, se trata de una forma rápida y sencilla de aprovechar al máximo las propiedades beneficiosas de esta planta.
Consulta en tu herboristería o tienda naturista acerca de cuántas cápsulas deberás tomar en función de tus necesidades.
Advertencias sobre tomar salvia
No se recomienda tomar salvia a las mujeres embarazadas o con deseo de quedar en estado, debido a sus propiedades abortivas.
Tampoco es apropiada la salvia durante el periodo de lactancia, puesto que sus compuestos pasan a la leche materna y pueden perjudicar al bebé.
Las personas epilépticas deben evitar el consumo de salvia, ya que esta planta es capaz de provocar ataques de epilepsia.
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