jueves, 13 de julio de 2017

Beneficios de las isoflavonas de soja en las mujeres

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Las isoflavonas ayudan a paliar los efectos del síndrome climatérico, reducen el riesgo de osteoporosis y evitan el incremento de peso

Las isoflavonas de la soja son un grupo de sustancias que poseen una estructura similar a los estrógenos humanos. Por eso actúan como tales sobre el organismo, proporcionando beneficios a la mujer en la menopausia. Además, actúan como antioxidante en el organismo.

Las isoflavonas son un grupo de sustancias vegetales presentes en el grano de la soja, una legumbre consumida tradicionalmente en China, Japón y otros países orientales. Químicamente, las isoflavonas son polifenoles, un grupo de más de 6.000 sustancias distintas muy difundidas entre todos los productos de origen vegetal. Algunos polifenoles tienen capacidad fitoestrogénica, es decir, pueden comportarse de forma relativamente parecida a los estrógenos femeninos pero sin serlo y con efectos más leves.

En los últimos años se ha experimentado un aumento del consumo de la soja. Su poder nutricional ha permanecido ignorado por mucho tiempo, pero ahora se sabe que la soja proporciona numerosos beneficios para la salud. Además de su capacidad antioxidante, las isoflavonas pueden ser fitoestrogénicas y participar en la reducción de los síntomas postmenopaúsicos. También pueden colaborar en el mantenimiento de la salud ósea, lo que hace que sus utilidades sean muchas y muy amplias.

Las isoflavonas pueden consumirse directamente de la soja, otras legumbres y a través de alimentos a los que se añade, como en el caso de la leche, los zumos o los yogures. También es posible ingerir isoflavonas como nutracéuticos, es decir, en forma de comprimidos o cápsulas con el principio activo, siempre bajo supervisión médica.

 Beneficios de las isoflavonas en las mujeres


  • Poseen una acción estrogénica suave: las isoflavonas tienen una estructura química tal que les permite actuar en los mismos lugares que los estrógenos supliendo en parte su papel.
  • Ayudan a aliviar y paliar los efectos que se producen durante el síndrome climatérico.
  • Intervienen en la prevención de la descalcificación ósea porque evitan, por el efecto estrogénico, la movilización de calcio de los huesos. Además, al mantener los niveles de compuestos con efecto estrogénico, se evita el bloqueo de absorción del calcio que se provoca cuando desciende el nivel de estrógenos en plasma sanguíneo.
  • Dada la naturaleza selectiva de sus acciones sobre los diferentes receptores estrogénicos, se podría considerar a las isoflavonas como verdaderos moduladores selectivos de los receptores de estrógenos. Sus acciones se efectuarían básicamente en aquellos órganos y tejidos en los que los receptores estrogénicos de tipo beta se encuentran en cantidades relevantes tales como en el sistema nervioso central, hueso y pared vascular. Inversamente, no actuarían en aquellos órganos con expresión preferencial del receptor estrogénico de tipo alfa, como la mama y el endometrio.

Las isoflavonas ayudan a prevenir enfermedades como la osteoporosis o el sobrepeso. Entre los factores nutricionales implicados en la estructura ósea, el calcio ocupa un lugar destacado. Por este motivo en mujeres con una edad superior a los 45 años se recomienda una mayor ingesta diaria de este mineral, 1.500 mg/día.

Por otro lado, la alteración del balance hormonal durante el climaterio provoca ganancia de peso, siendo totalmente imprescindible controlar la ingesta de grasa saturada con el fin de disminuir la aparición de enfermedades cardiovasculares.

 ¿En qué época de la vida están más indicadas?

Durante el periodo climatérico es donde más indicada está la utilización del calcio, la vitamina D y las isoflavonas. El climaterio corresponde al periodo durante el cual se producen una serie de cambios importantes en el organismo de la mujer, siendo los más importantes los siguientes: reducción progresiva del periodo menstrual y del ciclo ovárico, descenso de los niveles de hormonas y cambios físicos y emocionales. Durante el climaterio aparece la menopausia, esto es, el cese permanente de la menstruación.

Debido a los cambios hormonales, es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones sobre la salud y la alimentación, ya que la mujer climatérica tiene más riesgo de sufrir osteoporosis, alteraciones de los lípidos sanguíneos, aterosclerosis e incremento de peso. Por este motivo, unos correctos hábitos alimentarios antes del inicio de estos procesos puede producir un descenso en el efecto de los cambios hormonales y de la prevalencia de determinadas patologías


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