lunes, 29 de mayo de 2017

El boldo

Qué es el boldo, origen y propiedades

El boldo, boldú cimarrón o Peumus boldus es un árbol que pertenece a la familia de las monimiáceas. Este ejemplar es originario de Sudamérica y encuentra su lugar perfecto para crecer en zonas silvestres y templadas de las regiones andinas de Chile y Argentina, además de asentarse en la sierra sur de Perú.

Existen varias maneras de beneficiarse de las grandes propiedades de este árbol sudamericano, su fruto se come –tanto crudo como cocinado– desde la época precolombina, y de la planta se aprovechan tanto su dura corteza como sus frondosas hojas; precisamente estas últimas son las más utilizadas en las infusiones.

Su composición está basada en aceites esenciales como el cineol, eucaliptol y el ascaridiol (también presente en la conocida quínoa), así como en flavonoides y taninos. El primero de estos aceites es el que aporta al boldo su aroma a limón, además de poseer propiedades sedantes y expectorantes, mientras que los otros dos son antiinflamatorios y carminativos, es decir, reducen los gases presentes en el tubo digestivo.

Los flavonoides son muy beneficiosos para nuestro organismo porque se les ha atribuido la capacidad de disminuir considerablemente el riesgo de sufrir algunas enfermedades cardíacas y en cuanto a los taninos –presentes en la corteza del boldo– son reconocidos por sus importantes propiedades antioxidantes.

Además de los aceites esenciales, el boldú contiene alcaloides como la boldina, que posee importantes propiedades diuréticas, es decir ayuda en la eliminación de líquidos, protege el hígado de factores que lo dañan, y se utiliza para activar la producción y expulsión de la bilis.

Beneficios y aplicaciones del boldo

Debido a sus beneficios, el boldo es una planta utilizada desde la época precolombina con muy diferentes aplicaciones, entre las que se encuentran, por supuesto, las medicinales. Su uso más popular es el de tratar dolencias digestivas, además de emplearse como un antiséptico y analgésico natural.

Las infusiones de hojas de boldo (té de boldo) son muy útiles para tratar el estreñimiento además de favorecer la expulsión de los gases, es decir, está recomendado para aquellas personas que padecen cólicos y flatulencias. También reduce el riesgo de padecer cálculos biliares y depura el hígado.

Sus propiedades diuréticas y depurativas permiten eliminar los líquidos acumulados en el organismo y las toxinas de la sangre, por ello suelen tomarlo pacientes con infecciones urinarias, nefritis y cistitis.

También es adecuado para tratar el insomnio gracias a sus propiedades sedantes y su capacidad para actuar sobre el sistema nervioso, y la presencia del cineol en su composición permite que se aplique por vía externa para descongestionar el pecho y para aliviar las dolencias reumáticas.

Además de todas estas aplicaciones del boldo, el sabor dulce de su fruto y su aroma a limón hacen que sea una especia muy utilizada no sólo como planta medicinal sino con fines gastronómicos, sobre todo en la cocina chilena, donde se utiliza en la elaboración de platos típicos o para bebidas como el chicho de boldo.

Sin olvidar que sus aceites esenciales también están presentes en muy diversos productos tales como perfumes o insecticidas, y los taninos de su corteza suelen ser usados como colorantes. Hay incluso quien utiliza las frutas secas del boldo para la realización de artesanías o bisutería. 


Cómo tomar el boldo

El  boldo es un árbol del que se puede utilizar todas sus partes para beneficiarse de sus propiedades, tanto sus hojas como la corteza del árbol y, por supuesto, sus frutos, que pueden consumirse tanto crudos como cocinados. Descubre de que maneras puedes preparar el boldo y lánzate a la que más se adapte a ti.

La forma más frecuente de tomar esta planta es en infusión. Para preparar el té de boldo basta con utilizar un par de cucharadas de sus hojas secas que se infusionarán en agua. Para prepararlo se pondrá una olla en el fuego con un litro de agua en su interior. Justo antes de que ese agua empiece a hervir, pondremos las hojas secas de boldo y, a continuación, dejaremos hervir durante unos tres minutos.

Después de que pase ese tiempo establecido, apagaremos el fuego y cubriremos el recipiente con una tapa o con un paño de cocina, dejándolo en reposo durante dos minutos más. Una vez haya reposado, colaremos la infusión para evitar restos de las hojas, y ya estaría lista para servir y tomar.

Además de la posibilidad de hacer infusiones, es bastante frecuente encontrar el boldo en otro tipo de presentaciones para que todos puedan abastecerse de sus propiedades como, por ejemplo, las cápsulas o el aceite esencial.

En cualquier caso, y para evitar riesgos innecesarios, las dosis recomendables –tanto para las infusiones como para las cápsulas y las gotas de aceite– deben ser prescritas por el especialista médico que haya aconsejado su consumo, pues hay que recordar que sus efectos pueden ser dañinos si se consumen en cantidades elevadas. 

Contraindicaciones del boldo

A la hora de consumir el boldo es importante saber que tiene contraindicaciones, y que no se recomienda su uso durante períodos largos de tiempo. De hecho, los tratamientos con esta planta no deben ser, bajo ningún concepto, superiores a cuatro semanas.

Debido a sus propiedades coleréticas, colagogas y carminativas, a veces puede llevar asociados efectos laxantes, por lo que se desaconseja su ingesta en el caso de personas que tengan tendencia a padecer diarreas.

A pesar de que entre los beneficios anteriormente mencionados se encuentra el de reducir las molestias ocasionadas por los cálculos biliares, existe el riesgo de que contribuya a la expulsión de dichos cálculos por lo que, de suceder así, podrían obstruirse las vías biliares.

Los tratamientos con la planta del boldo no deben ser, bajo ningún concepto, superiores a cuatro semanas

Su ingesta no está recomendada para mujeres embarazadas porque en dosis altas puede resultar abortivo, tampoco se debe tomar durante la lactancia, ni en el caso de niños menores de 12 años. No deben consumirlo personas que padecen problemas hepáticos, ni aquellas a las que se les han diagnosticado enfermedades renales ya que, en ocasiones, tiene asociada irritación en los riñones. Por último, en grandes cantidades, el cimarrón también resulta hipnótico y convulsionante.

Boldo: interacción con medicamentos

Al igual que sucede con numerosas plantas medicinales, las propiedades y efectos del boldo pueden variar o alterar su efecto al interactuar con determinados fármacos, e incluso reducir el efecto de estos. La principal interacción se produce en aquellas personas que toman medicación anticoagulante. Ello se debe a que en el boldo está presente una sustancia llamada cumarina, que es un anticoagulante natural, por lo que se incrementa notablemente el riesgo de hemorragias.

Por ello, tanto si tomamos alguna medicación como si no, lo primero que debemos hacer antes de consumir el boldo, o cualquier otra planta medicinal, es seguir las recomendaciones de un especialista y realizar la ingesta en las dosis y plazos que él determine.


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